El encuentro [Cayo y Bastian]

Me preguntaba dónde estaría mi hermano Marcus, se había mantenido apartado durante la reunión de clanes, sin opinar, expectante.
Me preguntaba que pensaba, cuáles serían sus ambiciones personales.
Escuché fuera, en la puerta de la habitación, a algunos guardias llegar y posicionarse en la entrada. Tenía aliados aquí dentro, más de los que Aro imaginaba, no iba a serle tan fácil deshacerse de mi, me encargaría de eso.

Y al fin, después de tanto esperar, se me presentó la oportunidad ideal.
Marcus, el hermano de Cayo y Aro, el que Bella me había mostrado en mente, salía del castillo solo y se dirigía al bosque.
Cuando lo vi internarse en la espesa vegetación del bosque supe que era mi momento.
Me concentré en su imagen, al haberlo visto resultaba muchísimo más fácil, y lo personifiqué. Miré a los alrededores. Nadie me había visto. Salí de mi escondite con una postura mucho más erguida y formal, con un paso firme y marcado. Caminé con seguridad hasta la entrada del castillo. No podía evitar los nervios naturales, pero no iban a poder conmigo.
Los guardias de la entrada me miraron extrañados, seguramente por la prontitud de mi llegada, pero no pronunciaron palabra.
Sin conocer el castillo por dentro, seguí a una mujer que llevaba una capa negra y me condujo hasta una puerta enorme, con dos guardias custodiándola. Estaba seguro, tenía que serlo. Lo comprobé cuando la mujer le preguntó al guardia sobre una reunión con Cayo.
En ese momento, enfrentando aquella imponente entrada, supe que estaba a sólo unos pocos pasos de mi hermano, o de aquel que compartía mi sangre, porque hacían centenares de años que había dejado de ser mi hermano.